LA MORAL DEL DESEO

..viejos cuentos....


LA MORAL DEL DESEO
La taciturna noche invitaba al deseo, las morales y las moralinas habían dejado de lado sus viejos argumentos, estos se hacían vagos y sin fundamentos..
No había mas fundamento, mas intriga, que el que generaba la tentación ..esa tentación vestida de forma improvisada, que casi inocente se asomaba a esas mentes que quizás por efecto del momento alucinaban mas allá del buen sentido que se les debe dar a las cosas.
El sentido dejo de ser bueno, ni siquiera llego a ser malo..simplemente tomo sentido momentáneo..y un momento...un instante dio inicio a esa incitación que pregonaban sus mentes...
Entonces lo que tenia limites se torno ilimitado y el deseo por fin se apodero de ellos..
La mezcla de sensaciones los levo al éxtasis , solo el viejo cuarto abandonado fue testigo de esa vorágine de sentidos..los olores, los sabores, las texturas se fusionaban y danzaban embriagando a los participes.
El frenesí imperaba ..las reglas no eran reglas, porque no existían, la rienda suelta de la mezquindad humana estaba latente y se respiraba en el aire el pecado.
El uso y abuso de lo prohibido, la manzana gustosa y dulzona esparcía sus sabores de manera uniforme sobre esos cuerpos deseosos de mas…
Lo mas se hacia poco, y lo poco pedía mas..paradojas expresadas en respiraciones entrecortadas y gemidos embriagados de plena excitación.
El animus dominis estaba presente en cada uno en forma lasciva..ser dueño del otro era el único principio ,el único fin con el que abrevaban sus perversidades.
El tiempo , los minutos marcaban el ritmo demencial de una sinfonía celosa que exigía mas compases..la música ensordecedora del golpeteo gozoso en demasía, era ejecutado por esos cuerpos desnudos abandonados al placer. .
La tiranía del amanecer los encontró despojado de sus ropas, de sus morales e inundados de fluidos y silencio.
Cada cual retorno a sus vidas, a sus morales, a sus usos y costumbres, ..pero cuando sus mentes se ahogan en el temor a la sentencia de los delitos instigados por la prohibición , tranquilizan sus almas inquietas con el recuerdo de la sinfonía de cuerpos y mentes despojadas consumidas por el deseo