miércoles, 4 de abril de 2007

EXEQUIAS DE UN AMOR

El traje de luto convinaba con las ojeras malvas y la música del tacón , marcaba los compases de la pompa fúnebre para terminar de enterrar a este torpe corazón.
Las lágrimas surcaron las mejillas del dolor , el día aunque con sol estaba gris y el aroma a encierro que hacia doler la nariz dibujaron el escenario de duelo aquel febrero .
De sala velatoria mi solitaria habitación , la única llorona era yo, en el ataúd iba tu retrato y una que otra carta de amor, y aquella flor...
Y entre los ¿porque? que se pregunta cuando alguien se fue y la calma de la razón que responde que tal vez era mejor, para que ver sufrir en agonía a este pobre corazón, mi corazón.
Con un nudo en la garganta en una caja de zapatos de lapida escribí aquí descansan los restos de un buen amor y la ultima lágrima rodó junto con aquella canción que te invoco...

Los abrazos de consuelo que llaman al olvido y el café ennegrecido con gusto amargo como el día daban esperanzas y devolvían vida a alguna vaga ilusion.

Me despertó la noche abrazando un almohadón con aroma a flores viejas y la penumbra de la pena luego de las exequias de este amor.....

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